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Nuestras avileñas se enfrentan a un verano que llega con fuerza

Las elevadas temperaturas registradas plantean el desafío de adoptar las mejores medidas para combatir el estrés por calor en nuestro ganado avileño

El verano ha llegado. Arrancó oficialmente el pasado 21 de junio. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las predicciones meteorológicas apuntan que se registrarán unas temperaturas por encima del promedio.

De hecho, el verano ha comenzado con la primera ola de calor, consecuencia de la entrada de una masa de aire cálido procedente del norte de África.

Por eso, hay que tener muy en cuenta, durante estas fechas, las maneras de combatir estos episodios de calor extremo entre nuestras vacas avileñas.

De ello dependerá la fertilidad, la producción, su rendimiento… Por eso es muy importante tener en cuenta el estrés calórico de nuestros animales.

Al igual que tendremos que estar muy pendientes de los signos que muestren con respecto a las enfermedades respiratorias y los trastornos digestivos ya que, temperaturas de 40 grados o más entre el día y la noche, pueden predisponer al ganado a sufrir este tipo de enfermedades.

Por ello, estas son nuestras recomendaciones para que nuestro ganado vacuno mantenga su temperatura en verano:

1.- Implementación de sombras, siempre que sea posible, naturales o artificiales. Al igual que instalación de bebederos en estas zonas.

2.- Suministrar dietas equilibradas y de mayor contenido energético. Procuraremos que la comida se mantenga lo más fresca posible, sin que la dé el sol. Asimismo, reservaremos los forrajes de mejor calidad para el verano, así la vaca reduce menos la ingesta y digiere más fácilmente la ración.

3.- La respiración del animal es un buen indicador de su estado de bienestar. El incremento de la frecuencia suele ser el primer síntoma visible de la respuesta al estrés térmico. Alguna de las enfermedades más frecuentes que pueden sufrir durante la época estival por los cambios de temperatura y humedad es la neumonía. Por ello las naves, deberán de estar muy bien ventiladas.

4.- Si nuestro ganado se encuentra en interior, es necesario una ventilación apropiada. Del mismo modo que un sistema de mojado mediante aspersión.

5.- Durante los meses de junio, julio y agosto, es fundamental que nuestras vacas avileñas dispongan de bastante agua para hidratarse. La pérdida de líquido puede provocar desnutrición y, en los peores casos, hasta la muerte.

Medidas muy sencillas con las que garantizaremos el bienestar de nuestros animales durante esta época del año. ¡Feliz verano!