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La importancia del etiquetado de nuestra Carne de Ávila

¿Sabes de dónde viene la carne que consumes? Interpretar el etiquetado es vital para conocer la trazabilidad.

¿Y qué es eso de la trazabilidad? Pues según el Comité de Seguridad Alimentaria de la Asociación de fabricantes y distribuidores (AECOC), “el conjunto de aquellos procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas.

En el caso de Carne de Ávila, la forma de conocer su trazabilidad se presenta mediante etiquetas y contraetiquetas.

Las etiquetas de Carne de Ávila contienen al menos los siguientes datos: Número de referencia, identificación por el Consejo Regulador, identificación Oficial, descripción de la pieza, fecha de sacrificio, origen y número de autorización, despiezado en número de autorización, número de canal, logotipo del Consejo Regulador de Carne de Ávila, logotipo europeo de la Indicación Geográfica Protegida, Código de barras y la Denominación de Venta (ternera, añojo, novillo).

Estas etiquetas se muestran en las bandejas que contienen nuestro producto y en aquellos envases al vacío que se distribuyen tanto en carnicerías tradicionales como en supermercados de toda la geografía española.

Asimismo, el marcaje también se realiza en la parte externa de las dos medias canales y consiste en un sello corrido que incluirá el logotipo de la IGP y la leyenda Carne de Ávila. Además de un juego de etiquetas para su identificación, trazabilidad de la canal, piezas y porciones. Estas consisten en: etiquetas de canal, etiquetas para piezas y si la pieza se expide en porciones, se añaden contraetiquetas.

Del mismo modo, la normativa comunitaria actual deja bien claro que las etiquetas deben ser visibles, legibles e indelebles. Algo que en Carne de Ávila nos tomamos muy en serio. Desde hace más de veinte años, el sector vacuno español lleva a cabo un minucioso control de todo el proceso productivo.

Para nosotros es muy importante que el consumidor reciba la máxima información de nuestro producto para generar la máxima confianza y garantizar la seguridad alimentaria.