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Llega la primavera y Carne de Ávila le da la bienvenida

«Si buscas flores sencillas,
hay en el valle violetas,
y gamarzas amarillas,
y estrelladas tijeretas,
y olorosas campanillas».
Gabriel y Galán


Llega la primavera, cuyo significado es “primer verdor”, y como de si una postal se tratase, se presenta para llenar nuestros campos de luz y colorido. Bellas estampas nos acompañan durante esta época, de la que, debido a las buenas temperaturas y a la escasa lluvia registrada, podemos decir que este año se ha adelantado.

A pesar de que ya está aquí, no podemos quejarnos, porque no ha sido un año duro. Lejos ya quedan esos inviernos heladores. En cuanto a su aparición, para la ganadería es una estación clave porque es en este momento en el que se produce el 70% del forraje del año.

En primavera, los pastos empiezan a crecer y se reverdecen, y más si viene acompañada de lluvias, ya que después de un año hidrológico que ha registrado precipitaciones inferiores a lo normal, indudablemente, traerá mejoras para el campo.

Para Carne de Ávila esta estación es muy especial porque, durante estos meses, se producen más partos. Muchas paren por la noche o en la madrugada, por lo que hay que hay que estar más pendientes y prestarlas una mayor atención. Además, la calidad y la cantidad de leche que poseen las vacas para amamantar a los terneros es mayor, porque hay más pasto.

primavera_carnedeavila

primavera_ternera_avileña

Desde la antigüedad, la primavera se asocia a la juventud y a la vida. La flora renace y recupera todo su esplendor. En Carne de Ávila, la vivimos con alegría y con un poco de poesía, porque es una estación que hace revivir todos los sentidos. Y a vosotros, ¿qué es lo que más os gusta de la primavera?

La Primavera besaba paisaje_campo
Antonio Machado

La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida
quién te volviera a soñar!